Masieri Memorial: la arquitectura de Scarpa como proceso de continuidad

Si bien Carlo Scarpa (1906-1978) se considera actualmente uno de los arquitectos con mayor sensibilidad en el ámbito de la intervención patrimonial, donde muchos de sus proyectos garantizaban una actitud silenciosa y delicada hacia la preexistencia contribuyendo, elegantemente, a realzar los valores artísticos o históricos, la imagen poética de su obra ha generalizado la idea de una figura que operaba según la singular inspiración del momento y, sin embargo, sus proyectos partían de una innovadora concepción de la arquitectura como disciplina de conocimiento y de análisis y, lejos de limitarse a operaciones silenciosas o aparentemente conservadoras en origen, su actitud era profundamente crítica en la identificación de valores artísticos, históricos o arquitectónicos. Reivindicaba el estudio, la belleza y la cultura en el contexto temporal de un conservacionismo profundo en su tierra de origen y el de una Modernidad que exigía una fractura estricta con la historia, haciendo resurgir elementos arquitectónicos olvidados a través de decisiones fundamentales de proyecto derivadas de una sucesión de análisis y de una profunda crítica del elemento específico, donde la valoración de lo existente se transformaba en parte esencial del proceso creativo de la obra de arquitectura. El caso del Masieri Memorial es, probablemente, una de las intervenciones más arriesgadas e invasivas del arquitecto sobre un elemento patrimonial, manifestándose en un aparente rechazo casi violento hacia la obra precedente, pero que, al mismo tiempo, resulta una de las más interesantes y características para la comprensión de la respetuosa actitud proyectual de Scarpa hacia la preexistencia. Su capacidad de comprensión del entorno y de la singularidad del elemento objeto de estudio, aplicada a los requerimientos de una función exigente y de una autoridad local forzadamente conservadora, se resuelven en un proyecto que entrelaza una importante complejidad espacial interior con la especificidad del lugar, la tipología y la materialidad histórica venecianas, sin caer en reconstrucciones falso-históricas aun cuando se establece materialmente en un edificio prácticamente demolido en su totalidad. La sucesión de dificultades que afectaron a la aprobación del proyecto y a la realización misma de la obra (que en su conjunto se prolongaron durante prácticamente 30 años), generaron un cansancio y un agotamiento general tanto en los agentes involucrados como en la crítica misma, que, acentuados por el fallecimiento de Scarpa con la obra aun ejecutándose, terminaron por difuminar cualquier satisfacción o análisis proyectual del resultado. Así, la Fundación Masieri ha quedado en la memoria de la ciudad de Venecia como la resolución silenciosa de una encendida polémica sobre la legitimidad de la arquitectura contemporánea en ciudades históricas que ocupó especialmente la primera mitad de los años 50, simbólicamente estructurada en la propuesta inicial de F. L. Wright para una residencia de estudiantes en el Canal Grande, entre Palazzo Balbi y Ca’ Foscari. Usos intermitentes, productivos o culturales, vinculados a una gestión a intervalos irregulares han procurado, con mayor o menor fortuna, dar visibilidad a una de las obras de Scarpa menos populares, cuya difusión y conocimiento ha quedado reducido a las escuelas de arquitectura y determinados círculos específicos. El presente estudio, a través del análisis de documentos de proyecto, actas de autoridades, grabados del 800, entrevistas a colaboradores del arquitecto y del estudio del edificio mismo, pretende determinar cómo el contexto, el proceso y la funcionalidad constituyen los elementos principales que definieron los fundamentos de un proyecto aún hoy inacabado, en el que se entrelazan una intervención espacial y material, en cierto modo, agresivas, con la delicada y absoluta preservación de un fragmento de identidad veneciana, estableciéndolo como uno de los mayores ejemplos de la arquitectura de Scarpa como proceso de continuidad