Brecha de género y desarrollo humano en las regiones del Perú: 2005 - 2017

En la presente investigación, en base a la metodología del Foro Económico Mundial, se estimó un índice de brecha de género, que refleja el grado de igualdad de condiciones y oportunidades entre mujeres y hombres de las 25 regiones del Perú, durante el período 2005-2017, cuyo lapso de tiempo calza con el reciente proceso de regionalización que atraviesa el país; cabe destacar que este índice es compuesto por otros subíndices que reflejan las brechas existentes en cuatro dimensiones: educativo, mercado laboral, salud reproductiva y participación política. Asimismo, en base a la metodología econométrica de datos de panel, los resultados obtenidos de este indicador fueron sometidos a un contraste de relación con el índice de desarrollo humano, con el fin de evaluar el efecto generado por el avance en la reducción de la brecha de género sobre el desarrollo humano en las regiones, ya sea a nivel general y cada una de las dimensiones. Los resultados obtenidos nos muestran un índice de brecha de género que oscila entre los valores 0.4 y 0.6, reflejando que las mujeres aún solo perciben en promedio la mitad de condiciones y oportunidades que gozan los hombres. Estas cifras particularmente están determinadas por la situación de las brechas de género en cada dimensión, debido a una relativa igualdad de género en la dimensión educativa y a una mediana igualdad de género en el mercado laboral; sin embargo, las brechas de género en salud reproductiva y participación política aun muestran escenarios desfavorables para las mujeres en la mayoría de regiones. Asimismo, el grado de avance en la reducción de la brecha de género aún es muy bajo, reflejando la persistencia de este problema estructural a lo largo del tiempo y la inexistencia de mejoras sustanciales derivadas de acciones políticas. En contraste con el desarrollo humano, los resultados obtenidos confirman la evidencia empírica y teórica, que la reducción de la brecha de género general contribuye significativamente a las mejoras del desarrollo humano de las regiones, manifestándose la tendencia a una relación bicausal predictiva en la medida que se agreguen mayores rezagos entre las variables. Este efecto positivo es más evidente en las dimensiones educativas y de salud reproductiva, aunque deben tomarse en cuenta que el grado de avance de la reducción de la brecha de género en estas dimensiones estadísticamente está determinado por las condiciones de desarrollo en que se encuentren las regiones. Por otro lado, los resultados en las dimensiones de mercado laboral y de participación política, mostraron efectos negativos y estadísticamente no significativos sobre el desarrollo humano; sin embargo, se sostiene que estos resultados están afectados por factores exógenos y situacionales; en el caso de la dimensión laboral, está determinado por las actividades económicas, la informalidad y el estereotipo de exclusiva actividad doméstica en la mujer; mientras que en la participación política, los resultados son afectados por la muy escasa participación política de la mujer en todos estamentos gubernamentales de las regiones