Bienestar subjetivo en el Envejecimiento Activo

Studies have shown that well-being is linked to diverse factors such as conditions of upbringing, ties with relatives and friends, type of work activities, personality traits, availability and use of free time, place where one lives, access to parks, places of social coexistence, levels of security, having children and their different ages, couple ties, household and personal economy, macroeconomic framework, income distribution, unemployment and occupation, level of health, scale of values held, availability of participation in decision making at the political level, and more. The subjective well-being strongly affects and marks the age group from 60 to 64 years, related to the changes of the evolutionary stage in which they are introduced, the subjective well-being in that stage appears balanced and tends to increase and the educational level of the older person has a direct relationship with the subjective well-being experienced, because as this increases they have a greater possibility of achieving well-being. Evaluating 30 years of studies, the definition of active and successful aging still holds. Beyond the differences in the definitions and views found in the literature, it is necessary to highlight a meeting point in relation to the need to overcome the restrictions of models based on visions determined by the cultural and social, delimited to the places where they have been evaluated, and not universally, also highlight the intention to integrate objective criteria with the subjectivity of those involved, with more inclusive models that give the opportunity to age with dignity to all people equally. Highlighting the need for intergenerational solidarity and approaching this issue from a lifelong teaching and learning process.Estudios mostraron que el bienestar está ligado a factores diversos como condiciones de crianza, vínculos con parientes y amigos, tipo de actividades laborales, rasgos de personalidad, disponibilidad y utilización del tiempo libre, lugar donde se vive, acceso a parques, lugares de convivencia social, los niveles de seguridad, la tenencia de hijos y sus diferentes edades, los vínculos de pareja, la economía del hogar y personal, el marco macroeconómico, la distribución de los ingresos, el desempleo y la ocupación, el nivel de salud, la escala de valores que se posee, la disponibilidad de participación en tomas de decisiones a nivel político y más. El bienestar subjetivo afecta y marca fuertemente el grupo etario de 60 a 64 años, relacionado con los cambios propios de la etapa evolutiva en la que se introducen, el bienestar subjetivo en dicha etapa aparece equilibrado y tendiente al incremento y el nivel educativo de la persona mayor tiene una directa relación con el bienestar subjetivo experimentado, porque a medida que éste se incrementa tienen mayor posibilidad de alcanzar el bienestar. Evaluando 30 años de estudios, la definición de envejecimiento activo y con éxito, se siguen sosteniendo. Más allá de las diferencias en las definiciones y miradas encontradas en la literatura, hay que destacar un punto de encuentro en relación a la necesidad de superar las restricciones de los modelos basados en visiones determinadas por lo cultural y social, delimitándose a los lugares donde se han evaluado, y no universalmente, también destacar la intención de integrar criterios objetivos con la subjetividad de aquellos implicados, con modelos más inclusivos que den la oportunidad de envejecer dignamente a todas las personas por igual. Resaltando la necesidad de una solidaridad intergeneracional y aproximación a esta cuestión desde un proceso de enseñanza y aprendizaje durante el transcurso de toda la vida