Aunque el contenido del Eutifrón se revela en saber qué es la piedad, este diálogo, pese a una inevitable apariencia, no tiene como fin último proporcionar una definición proposicional de este fenómeno. La piedad se pone al descubierto a partir de la dialéctica de Sócrates, cuya insistencia en volver al principio del problema no proviene de una incapacidad del interlocutor de definir el asunto, sino de la debilidad misma del discurso. La necesidad de plantear otra vez desde el principio la cuestión suscita en el intérprete advertir la importancia de la ejecución misma del diálogo como testimonio y acreditación de su propio contenido. De acuerdo a esta ejecución se podrá comprender en qué medida el sentido de la piedad se encuentra en relaci...