Dance moves: affective responses toexpressive body movement

[eng] Art is of key importance to the human mind. Most of us have had intense, all–encompassing and highly pleasurable emotional experiences in response to art works or during our own artful activity. Yet, the discipline of emotion psychology has largely remained oblivious as to how human emotional systems are engaged during artful experiences. In the past decade, however, the emerging scientific discipline of Neuroaesthetics has provided sound empirical evidence characterizing the affective experience we derive from visual art works and from music. Also the art of dance moves us –not only our body, but also emotionally. This is intuitive to all of us. Nevertheless, the affective responses spectators derive from the movements of a dance have so far received relatively little empirical attention. Therefore, the overall objective of this dissertation is to enlarge the scope of emotion psychology to an emotion psychology of art, and, in particular, to bring the concepts and methods that have been developed to understand our emotional responses to visual and musical art to the field of dance. Furthermore, given the significance that art seems to have in human life, the present dissertation will provide a first tentative discussion on the potential biological functions of dance –and of art in general. A total of seven works (published, accepted or under review) integrate this dissertation. The first three are of theoretical nature and give an overview of the field of study. Specifically, advantages and disadvantages of previous experiments using dance are analysed and a summary of results is provided. Besides, a first step is made toward a conceptualization of dance as more than just a type of impressive motor pattern within the empirical sciences. Therefore, a new definition of dance is offered, along with a model describing potential mechanisms through which affect is induced in the observer of a dance. One important conclusion from this theoretical work is that for an empirical assessment of the affective experience derived from dance to be sound, stimuli materials must elicit genuine affective responses. Accordingly, the empirical part of the present PhD work includes, first, the creation and norming experiment of a dance stimuli library comprising such stimuli that allow a high level of experimental control, while still encompassing a highly naturalistic affective expression (study 4). Second, in study 5, these stimuli are used to confirm that indeed affect is elicited by dance movements. In study 6, the paradigm of the cross modal bias is used to show that when music and dance share particular arousal and valence characteristics, peoples’ psychophysiological responses to the dance are enhanced. Study 7 demonstrates for the first time that dance expertise makes people more sensitive to the affect expressed in dance movements –both at behavioural and psychophysiological level. This last finding about the enhanced affective sensitivity in the dance experts is particularly intriguing. If expertise in the arts –dance in this case– can enhance perceptual processes (maybe even improve them by making them more agile or sensitive?), then this has important implications. It shows how artful expression and practice improves something in the life of the individual. Importantly, this data point may inform the discussion about the biological function of art and of dance in particular, which is the big background question of this dissertation.[spa] El arte es crucial para la mente humana. La mayoría de nosotros hemos tenido experiencias emocionales muy intensas, totalmente absorbentes y altamente placenteras en respuesta a una obra de arte o durante la creación de una obra artística propia. Sin embargo, la disciplina de la psicología de la emoción ha permanecido sorprendentemente muda con respecto a cómo los sistemas afectivos humanos están implicados en la respuesta artística. Afortunadamente, hace ahora aproximadamente una década, la disciplina de la neuroestética está proporcionando evidencia empírica sólida caracterizando las experiencias afectivas que alcanzamos gracias a una obra de arte visual o a una obra de música. La danza nos mueve y también nos conmueve afectivamente. Eso es intuitivo para todos. No obstante, las respuestas afectivas de espectadores ante una obra de danza todavía no han recibido mucha atención empírica. Por este motivo, el objetivo general de esta tesis doctoral es el de ampliar la perspectiva de la psicología de la emoción para que sea una psicología de la emoción artística también, y en particular, llevar al ámbito de la danza los conceptos y métodos que han sido desarrollados para comprender las respuestas afectivas ante el arte visual y la música. Es más, dada la importancia que parece tener el arte en la vida humana, la presente tesis doctoral quiere aventurar una discusión preliminar sobre las potenciales funciones biológicas de la danza –y del arte en general. La presente tesis doctoral está integrada por un total de siete trabajos (publicados, ya aceptados para su publicación, o en revisión). Los primeros tres son de naturaleza teórica y dan una visión general sobre el campo de investigación. En particular, se analizan las ventajas y los inconvenientes de los estudios ya realizados y se proporciona un resumen de los diversos resultados. Además, se da un primer paso hacía una conceptualización de la danza como algo más que simplemente un tipo notable de patrón motor. Por eso, se ofrece una nueva definición de la danza y se plantea un modelo descriptivo de los potenciales mecanismos que están implicados en la respuesta afectiva derivada de la danza. Una conclusión importante de este trabajo teórico es que para investigar fiablemente dicha respuesta afectiva, los estímulos usados (los movimientos de danza) tienen que ser altamente naturalistas para que se desencadenen respuestas afectivas verdaderas en los espectadores. Por este motivo, el primer estudio empírico de la presente tesis doctoral (estudio 4) consiste de la creación y normalización empírica de una biblioteca de estímulos de movimientos de danza con dichas características. En segundo lugar, usando estos estímulos, el estudio 5 confirma que la danza efectivamente causa respuestas afectivas. Subsecuentemente, por medio del paradigma del sesgo intermodal (cross modal bias), se demuestra que la respuesta psicofisiológica de un espectador de danza es especialmente alta cuando la danza viene acompañada de una música que tiene una valencia y un grado de activación similar. El estudio 7 proporciona evidencia que sugiere que los expertos en danza son más sensibles emocionalmente, tanto a nivel conductual como a nivel psicofisiológico. Especialmente este último hallazgo sobre la sensibilidad afectiva incrementada en los expertos de danza es intrigante. Si la experiencia con el arte –danza en este caso– puede aguzar procesos perceptivos (¿incluso mejorarlos?), se siguen implicaciones importantes. Demostraría que la práctica y la expresión artística tiene consecuencias positivas en la vida de un individuo. Esa evidencia informa la discusión sobre la función biológica del arte, y de la danza en particular, que es la cuestión de fondo de esta tesis.[cat] L’art es crucial per a la ment humana. La majoria de nosaltres hem tingut experiències emocionals molt intenses, totalment absorbents y altament plaents en resposta a una obra d’art o durant la creació d’una obra artística pròpia. No obstant, la disciplina de la psicologia de la emoció ha estat sorprenentment muda respecte com els sistemes afectius humans estan implicats en la resposta artística. Afortunadament, fa ara aproximadament una dècada, la disciplina de la neuroestètica està proporcionant evidencia empírica sòlida que permet caracteritzar les experiències afectives que experimentam davant una obra d’art visual o a una obra de música. La dansa ens mou i també ens conmou afectivament. Això es intuïtiu per a tots. Tanmateix, les respostes afectives dels espectadors davant una obra de dansa encara no han rebut molta atenció empírica. Per aquest motiu, l’objectiu general d’aquesta tesi doctoral és ampliar la perspectiva de la psicologia de la emoció per que sigui una psicologia de la emoció artística també, i en particular, dur a l’àmbit de la dansa els conceptes i mètodes que han estat desenvolupats per a comprendre les respostes afectives davant l’art visual i la música. A més, donada la importància que pareix tenir l’art en la vida humana, aquesta tesis doctoral vol aventurar una discussió preliminar sobre els potencials funcions biològics de la dansa –i de l’art en general. Aquesta tesi doctoral està integrada per un total de set treballs (publicats, ja acceptats per a la seva publicació, o en revisió). Els primers tres treballs són de naturalesa teòrica i donen una visió general sobre el camp d’investigació. En particular, s’analitzen els avantatges i els inconvenients dels estudis ja realitzats i es proporciona un resum dels diversos resultats obtinguts. De més a més, es dóna un primer pas devers una conceptualització de la dansa com a qualque cosa més que simplement un tipus de patró motor notable. Per això, s’ofereix una nova definició de la dansa conjuntament amb un model descriptiu dels potencials mecanismes que estan implicats en la resposta afectiva derivada de la dansa. Una conclusió important d’aquest treball teòric és que per a investigar fiablement aquesta resposta afectiva, els estímuls utilitzats (els moviments de dansa) han d’esser altament naturalistes per que es desencadenin respostes afectives veritables en els espectadors. Per aquest motiu, el primer estudi empíric de la present tesis doctoral (estudi 4) consisteix en la creació i normalització empírica d’una llibreria d’estímuls de moviments de dansa amb aquestes característiques. En segon lloc, l’estudi 5, utilitzant aquests estímuls, confirma que es causen respostes afectives davant la dansa. Subseqüentment, emprant el paradigma del baix intermodal (cross modal bias), es demostra que la resposta psicofisiològica de l’espectador de dansa és especialment alta quan la dansa s’acompanya d’una música que té una valència i un nivell d’activació similar (estudi 6). L’estudi 7 proporciona evidència que suggereix que els experts en dansa són més sensibles emocionalment que els no experts, tant a nivell conductual com a nivell psicofisiològic.Especialment aquest darrer resultat sobre la sensibilitat afectiva incrementada en els experts és intrigant. Si la experiència amb l’art –amb la dansa en aquest cas– pot aguditzar processos perceptius (fins i tot millorar-los?), això té implicacions importants. Demostraria que la pràctica i l’expressió artística millora qualque cosa en la vida d’un individu. Aquesta evidencia informa la discussió sobre la funció biològica de l’art, i de la dansa en particular, que és la gran qüestió de fons d’aquesta tesi