Concepciones de los alumnos ingresantes a la universidad acerca de la matemática

Hoy, toda la comunidad educativa reconoce el importante papel que juegan los factores afectivos en el aprendizaje de la matemática (McLeod, 1992; Gómez-Chacón, 1995, 1997). La importancia atribuida a las actitudes hacia la matemática es hoy reconocida y aceptada, y los contenidos actitudinales se incluyen en la planificación escolar al mismo nivel que los conceptuales y/o procedimentales. Sin embargo, dado que, el mismo concepto de actitud conlleva dificultades para entender qué son, más difícil aún resulta medirlas y cuánto más conocer s( u influencia en el proceso de apropiación del conocimiento. Auzmendi, señala: «...en el área de las actitudes no se ha dado a los profesores unos objetivos y contenidos análogos a los que poseen para la enseñanza de las diferentes materias del curriculum. Los profesores tienen que enseñar y juzgar durante el año algo que desconocen. En definitiva el problema radica en que la insistencia dada al tema de las actitudes en la educación no se ha acompañado de técnicas relevantes, medios adecuados, para un adecuado tratamiento de estas variables.» Coincidimos con Pozo Pardo (1969) en afirmar, que nuestro interés didáctico por el tema de las actitudes queda justificado por lo menos por tres razones principales: • El objeto de una actitud puede ser el profesor, la institución, la tarea encomendada, las materias, etc. • Como todas las actitudes tienen un elemento cognoscitivo, toda enseñanza puede originar una actitud, sobretodo si la transmisión se realiza acompañada de una considerable carga afectiva. • Todas las actitudes implican tendencia reactiva. Son, entonces, indicadores de que el aprendizaje se ha, o no, personalizado