Parece ser que la idea de construir un auténtico palacio en el rico cazadero de El Pardo se la debemos al rey Felipe ii, que tras su vuelta de Inglaterra, siendo aún Príncipe de Asturias, encomendó al arquitecto Luis de Vega la realización de las trazas del nuevo edificio que debía emular a los vistos en el país vecino. Las obras se iniciaron en 1544 y se prolongaron hasta 1557 en que se empezó a retejar el edificio a la manera flamenca —es decir, utilizando pizarra— constituyendo esta nueva técnica una de las características más típicas de la arquitectura madrileña del periodo barroco. Al tiempo que marchaban las obras se iba confeccionando un rico programa decorativo plasmado en importantes programas iconográficos para sus techos, y adqui...