La guerra total y los cuadros de historia

Frente a una representación idealizada de la guerra, el artista Francisco de Goya la presenta como una tragedia desnuda de artificio. Seres anónimos, civiles y militares, sufren y se embrutecen. Sus protagonistas son representados como seres reales, no como héroes. En contraposición se muestran bellas batallas, donde todo es sublime y hermoso. La escenografía del cuadro ilumina a los héroes en forma de victoria alada, incluso disfrazados de generales. Goya también se vale del disfraz y la máscara en algunos de sus retratos, pero precisamente para poner de manifiesto una farsa. Como epílogo, dos obras de artistas contemporáneos que redundan en los argumentos visuales desmitificadores que empleó Goya, con lo que se refuerza la idea de su lucidez y pertinencia actual