“¿Sobre Arjona trabajás? Pobre, te compadezco, ¡Qué tortura!”, “¿Vos crees que esas mujeres tienen la misma capacidad que vos para entender las letras de Arjona?”, fueron algunos de los comentarios que surgieron en diferentes ámbitos académicos en los que puse a consideración mi investigación doctoral. En ella me propuse indagar sobre la configuración de feminidades en el cruce con la música a partir de un trabajo de campo con el club de fans en la Argentina del cantautor guatemalteco Ricardo Arjona. Este artículo analizará los modos en los que algunos objetos de las industrias culturales resultan incómodos para ciertas posturas feministas y cómo, a partir de allí, se los subestima como posibles disparadores de placeres, fantasías y juegos ...