Hoy, el rock es una bestia de mil rostros y mil nombres, un género musical que se interpreta tanto en spanglish como en amaranto; y tanto por cristianos como por ateos. Más allá de la raza, la clase, la edad o el sexo, el rock es suscrito por diversos sectores de la sociedad en todo el mundo. No importa si tienes doce o ciento diez años, o si eres hombre, mujer o todo lo que puede haber entre ambos: el rock es un vehículo para decir lo que se piensa y expresar lo que se siente O por lo menos así solía ser para muchos de nosotros. Frente a la masificación comercial del género ¿éste conserva todavía su aura de autenticidad y rebeldía? ¿Acaso el rock se ha desdentado y desafilado? ¿Fue engullido por las fauces del mercado y se convirtió en una...