Se trata de una representación de Santa Teresa de Jesús, monja mercedaria, que aparece ataviada con el hábito de su orden: sayal marrón y capa blanca, mientras sobre su cabeza se encuentra un capillo negro. La santa aparece en primer plano, sedente, de algo más de medio cuerpo; ha sido sorprendida por la presencia del Espíritu Santo, que aparece en el ángulo superior derecho, en pleno proceso de escritura religiosa y muestra en su rostro una expresión de sorpresa contenida. En su mano derecha sostiene una pluma y delante de la santa, en el ángulo inferior izquierdo, aparece una mesa con un tintero y diferentes libros abiertos que aluden a su extensa labor bibliográfica