El retablo se compone sobre un frontal en ángulo de azulejos, sobre el que se coloca la máquina de madera del retablo; éste en sí se compone a partir de una urna relicario con los restos de San Fructuoso; bajo esta urna a modo de telón emerge una pintura sobre tabla del mismo santo que era el habitual aspecto del retablo, destapándose la misma en las solemnidades pertinentes; sobre ella se sitúa la hornacina de san José que aparace de talla completa con el Niño Jesús en brazos, tocado por un nimbo y con la vara florida de plata en las manos. A ambos lados de la hornacina aparecen sucesiones de elementos mixtilíneos, retranqueándose hacia atrás dos estípites mixtos con ángeles portantes o tenantes. Sobre este cuerpo se desarrolla un gran pen...