Se trata de la mesa de altar del retablo de San José. Su formato es el típico del siglo XVIII, con un diseño de cuello de paloma invertido, es decir, que se inicia, tras un pequeño plinto rectangular, su desarrollo hacia arriba con un mayor volumen y amplitud. Su superficie presenta una policromía de un tono marrón, tendente a la apariencia marmórea, siendo sus perfiles extremos decorados con tiras de roleos encadenados los cuales derivan de la rocalla. En el centro del frontal de la mesa de altar, aparece una gruesa y asimétrica rocalla, con sus típicas ces aveneradas, penachos superior e inferior, y de aspecto carnoso, la cual contiene en su interior una representación pictórica, cuya iconografía está vinculada a la advocación del retablo...