El cuerpo de Cristo yacente reposa sobre una fina sábana blanca mientras apoya la cabeza y los pies en pequeñas almohadas de encaje. Con anatomía desarrollada, su cuerpo permanece boca arriba, el brazo derecho contraido sobre la cintura y el otro, estirado, pegado al cuerpo. Por otro lado, la rodilla izquierda aparece ligeramente flexionada de modo que sobresale por detrás de la derecha, completamente rígida. Entre las numerosas heridas que derraman gotas de sangre a lo largo de todo su cuerpo destacan las llagas de las manos y los pies; las rodillas sangrantes y la herida en el costado derecho. Semidesnudo, lleva un paño de pureza plegado en torno a un doble cordón, dejando al descubierto el muslo derecho. La expresión de dolor del rostro ...