La Dolorosa es una imagen de candelero con el rostro y las manos talladas y encarnadas. El rostro, constreñido de dolor, frunce las cejas y derrama cuatro lágrimas de cristal que resbalan por sus mejillas. Con ojos de cristal y pestañas postizas, mantiene la mirada al frente y la boca entreabierta. En sus manos entrelazadas sostiene un rosario y un pañuelo de tela. Lleva pecherín de encaje sujeto por varios broches de piedras preciosas. La cabeza aparece tocada con una exquisita corona con diadema de estrellas que reposa sobre dos volantes de encaje. La solemnidad de la túnica y falda en negro se resalta con ricos brocados dorados de flores y terminaciones en puntilla