Cruz procesional

Se trata de una cruz procesional compuesta por cañón, nudo y cruz latina. El cañón es cilíndrico y está enmarcado por dos molduras extremas salientes y afiladas. Su superficie es recorrida por una guirnalda de hojas de laurel. El nudo adquiere forma de jarrón campaniforme y abierto, cubierto con hojas lanceoladas en la base y gallones superiores, el cual está coronado por un friso ancho donde se adhieren apliques sobredorados de quirnaldas y basamentos con pirindolas torneadas. Se cubre este jarrón con un cilíndrico de perfil ligeramente convexo y seccionado por gallones rehundidos, rematados por una gruesa corona de laurel que hace las veces de peana de la cruz. Ésta presenta perfiles rectos y sección hexagonal. Sus extremos menores se rematan en pirinadolas sobredoradas, mientras que el mayor arranca de unas estilizadas hojas de laurel igualmente doradas. El crucero es circular y moldurado sirviendo de aureola para la cabeza del Cristo expirante que cuelga en el anverso. Cuatro ráfagas de rayos biselados se sitúan en los ángulos del crucero, los cuales junto a la cartela con la inscripción "INRI", todo ello dorado, completan esta obra de platería