Aparece San Clemente, entronizado y revestido de sus atributos papales, sosteniendo con la mano izquierda el anda, símbolo con el que tradicionalmente se le representa; es una figura majestuosa, de amplias formas con rostro delicado en el que se reflejan todos los peculiares recursos del lenguaje formal de Felipe de Ribas; las piernas se cruzan formando un triángulo, de modo que permite el movimiento y los profundos pliegues de las vestiduras. El artista ha representado al pontífice vestido con hábito, alba y capa pluvial sujeta con broche en forma de cartela; el lado derecho de la capa cubre sus rodillas, mientras el izquierdo pende hasta el suelo. Las piernas componen un acusado triángulo que permite profundos pliegues que enriquecen visu...