Inmaculada Concepción representada sobre fondo dorado, con sus atributos propios como la luna, la serpiente y sobre una nube rodeada de angelitos, su ropaje es una túnica blanca y un manto celeste que realza las incrustaciones que posee, algunas engarzadas con piedras preciosas. Son una diadema, un collar, un cíngulo, dos pulseras, un anillo, y media luna a sus pies. Lienzo con marco tallado y dorado, y protegido con un cristal. La Virgen aparece joven, manos recogidas en actitud de plegaria, mirada dirigida hacia el espectador y rodeada de ángeles