El retablo, imitando mármol, consta de mesa de altar enmarcada por dos mensulones con cruz griega pintada en el frontal y sobre la que se asienta un único cuerpo articulado por sendas pilastras de interpretación corintia entre las cuales se ubica un lienzo de gran tamaño de san Jerónimo. Una cornisa articulada con pequeñas ménsulas y con florones en las metopas da paso a un frontón mixtilíneo con palmetas en el tímpano y coronado por un sol. Por su parte, la decoración está fundamentada en motivos florales de diferente composición. Así en las basas de las pilastras aparecen elementos florales pintados; en el fuste y las metopas son rosetas en relieve y en el tímpano, palmetas. El conjunto aparece pintado imitando mármol blanco y rojo