La Virgen se representa de pie y de frente. El peso del cuerpo recae sobre la pierna izquierda, levemente flexionada, apoyando el pie sobre la cabeza de uno de los tres querubines que adornan la media luna. Debajo, el dragón dirige su mirada hacia la Virgen, y saca su lengua roja. Las manos aparecen unidas, algo desplazadas a la izquierda, compensando el leve giro de la cabeza hacia la derecha. Presenta rostro aniñado y de menudas facciones, dibujando un esbozo de sonrisa, con cejas finamente delineadas a punta de pincel, párpados levemente entornados y ojos grandes pintados sobre la madera. La larga cabellera cae por su espalda en minuciosos mechones ondulados. Un velo corto le cubre la parte superior de la cabeza a modo de toca. La Virgen...