La composición de este cuadro está presidida por la Divina Pastora en su centro, vestida con túnica rosa y manto azul que le sube hasta el hombro izquierdo, mientras que el bastón de pastora se apoya en su mano derecha. A su alrededor se disponen varias ovejas, tres a su derecha y dos a su izquierda, una de ellas de espaldas al espectador comiendo una flor que le da la Virgen, mientras que otra aparece recostada en su flanco izquierdo, mirando de frente. A la izquierda de la composición se abre un pequeño paisaje con algunos árboles y a la derecha está San Miguel que baja de las nubes para enfrentarse con el lobo que persigue a una oveja que se ha apartado del rebaño