Se trata de un sagrario con planta paralelipípeda y tres caras visibles desde el frente del retablo mayor. No imita la forma de templete, que suele ser característica en esta tipología de inmuebles, aunque sí incorpora cornisas y motivos ornamentales que pueden relacionarse con aquellos. Así, la superficie está intensamente decorada mediante frisos geométricos y roleos vegetales y florales que ponen de manifiesto la presencia de la estética rococó. En el frente se desarrolla una portezuela de perfiles mixtilíneos en la que se inserta una representación del Cordero divino en su iconografía apocalíptica, acompañado por el libro de los siete sellos, sobre el que se sitúa, y portando un banderín que ondea; la figura está rodeada por un marco os...