Repesentación pictórica de San Agustín (354-430), Obispo de Hipona y uno de los cuatro Padres de la Iglesia Latina, según su modelo iconográfico habitual durante el Barroco. Aparece de pie, sobre un fondo neutro, con las vestimentas propias de su condición obispal, portando la mitra y el báculo. Girado tres cuartos hacia la derecha, sostiene con su mano izquierda un voluminoso libro, posiblemente uno de sus numerosos escritos. Cerrando la composición, a la derecha, se dispone una mesa sobre la que aparece una interesante "vánitas", compuesta por un libro, un reloj de arena volcado y una calavera. Estos elementos simbólicos, recurrentes en las creaciones artísticas del Barroco, aluden a la fugacidad de la vida y a la vanalidad de la sabidurí...