El zócalo está compuesto, en líneas generales, a lo largo de la nave de la iglesia, por dos frisos entre los que se disponen los paneles, individualizados y enmarcados por cenefas o guardillas. Los paneles alternan aquellos dispuestos en vertical, a modo de pilastras, y los horizontales. En el friso superior aparece un verduguillo de remate y un friso corrido, en el que se repiten los mismos motivos. Cada panel queda enmarcado por una cenefa compuesta por tres aliceres, dos azules en los extremos y la guardilla de círculos entrelazados. El friso inferior o plinto es corrido a base de la repetición del mismo motivo de ondas, inspirado en los modelos decorativos de Serlio, sobre un alicer liso y de color azul