Venida del Espíritu Santo; Retablo mayor

De colores fuertes y vivos, y tratada toscamente la perspectiva lineal, la escena de la Venida del Espíritu Santo se desarrolla aquí en un ambiente espacial de patentes claroscuros lumínicos y en una sala indeterminada donde únicamente se distinguen cuatro rejas colocadas en sus respectivas ventanas. A partir de una corta escalera, se desarrolla el reparto de un abigarrado grupo de personajes, que dispone a la Virgen María -de rodillas, con las manos juntas y la mirada elevada- en el centro de la composición, mientras a su derecha e izquierda se reparten los Apóstoles, todos ellos ricos en gestos, expresiones y posturas. Por encima de esta escala, un rompimiento de gloria muestra a la paloma del Espíritu Santo con las alas desplegadas, surgiendo de ella bolas de fuego que se dirigen a los personajes del estrato inferior