Escultura de bulto redondo del Niño Jesús que reproduce la escena de Cristo cargando con la cruz camino del Calvario. Esta iconografía de imágenes infantiles pasionistas, fue muy relevante durante el Barroco. Concretamente en este caso, aunque deriva claramente del modelo montañesino, la mayor plasticidad y carnosidad de la encarnadura, con un dulce dramatismo potenciado por los ojos de cristal, así como un mayor movimiento corporal, nos hacen decantarnos por proponer para esta pieza una cronología más avanzada, centrada en el siglo XVIII. Además la imagen se asienta en una peana sobredorada y de perfil triangular con gruesas volutas en sus extremos y motivos de hojarasca en los frentes, que concuerda con la estética de la imagen. Posterior...