Obra de pequeño formato, en la que encontramos a la Virgen con el Niño, sobre fondo neutro, se consigue plasmar la complicidad existente entre madre e hijo. La Virgen, de finas facciones, con una nariz recta, ojos entornados, almendrados, y óvalo delicado, viste el habitual manto azul y túnica roja, junto a un ligero paño que cubre su cabeza; ambas manos tocan al Niño, sirviéndole de apoyo y sostén, junto al paño blanco sobre el que se levanta, de pie, el cuerpo regordete totalmente desnudo del Niño Jesús; éste aparece con la mano derecha sobre el pecho, mientras con la izquierda se agarra a la Virgen, su rostro, enmarcado por un delicado pelo rubio, se encuentra pegado al de su madre, impidiendo verlo por completo, mostrando una expresión,...