Retablo de la Encarnación

Retablo de madera dorada, sobre banco, de un solo cuerpo retranqueado hacia afuera con dos paños laterales oblicuos, hornacina central y ático superior. El conjunto está flanqueado por sendos estípites. El banco monta directamente sobre el frontal de altar de la capilla. Presenta en los extremos aletones invertidos, junto a los que se desarrollan dos grandes ménsulas de volutas frontales que sirve de base a los estípites. Los paños oblicuos correspondientes al avance del cuerpo del retablo presentan dos bandas de placas recortadas, una más ancha que otra, mientras que el paño frontal lleva una gran placa recortada en el centro, rodeada de ornamentación vegetal. El cuerpo del retablo está flanqueado por festones de tallos vegetales que terminan en la base en un aletón de volutas, enmarcando exteriormente sendas retropilastras sobre las que se ubican estípites de triple sección y capitel de volutas. Los paños laterales de la calle central presentan grandes recuadros decorados con talla vegetal alrededor de vástagos con formas circulares, mientras que junto a las aristas presentan pilastras con festones en sus cajeados y talla vegetal en el capitel. La cara frontal presenta de nuevo pilastras cajeadas, más cortas, dado que forman las jambas del arco hornacina central, de medio punto, que en su interior alberga un escenario absidal con un interior arquitectónico, nubes, ángeles y el grupo de la Anunciación; todo ello tallado en la década de 1940 por el escultor imaginero Amadeo Ruiz Olmos. En las enjutas aparece decoración vegetal tallada. El entablamento es corrido en los extremos y paños oblicuos, con grandes florones de talla vegetal sobre los soportes, mientras que en el paño central se desarticula arquitectónicamente, y se transforma en doble aletón de volutas tendido y enfrentado en el centro, de donde surge una gran placa recortada con decoración vegetal, ocupando una franja correspondiente al pedestal corrido que sirve de base al ático, y que presenta sobre los estípites extremos mensulones rodeados de hojarasca y coronados por pinjantes invertidos. Sobre esta estructura campean en el centro otros dos volutones enrollados con la terminación hacia adentro, unida a una placa recortada, que sirve de base a un óvalo con molduraciones externas mixtilíneas, que sirve de marco a un lienzo barroco de la Santísima Trinidad. A los lados de este óvalo se encuentran sendas esculturas de angelotes. El óvalo remata en dos aletones laterales y un trozo de entablamento con florón central, que sostiene un copete superior de hojarasca. A los lados, a la altura de los volutones de la base del óvalo, y correspondientes a los paños oblicuos del cuerpo del retablo, se encuentran dos pequeños óvalos enmarcados por hojarasca, con relieves dorados en su interior, con atributos de la letanía lauretana: un sol a la izquierda y una luna a la derecha