La pintura objeto de estudio se adapta a la superficie de la portezuela, de tal manera que presenta una abigarrada decoración a base de rocallas, elementos vegetales y florales y pájaros, todos entrelazados y con colores vivos como el rojo, verde, azul y dorado. Todo ello, se encamina a exaltar una cartela central de perfil oval que contiene la representación de uno de los emblemas franciscanos. Sobre un montículo rocoso, la cruz latina redentora sirve de telón de fondo a dos brazos cruzados que surgen de densas nubes para clavarse en los extremos del patibulum, correspondiendo el desnudo a Jesucristo y el ataviado con hábito marrón a San Francisco. Como complementos, cuelga de la cruz un cordón identificativo de la orden seráfica y se colo...