3 ejes y 5 ámbitos : reactivando el plano horizontal de La Bauma

Nos situamos en el municipio de Castellbell i el Vilar, en la comarca del Bages, entre los pies del macizo montañoso de Montserrat y el cauce del río Llobregat, en una región donde predomina una topografía muy marcada. Es por ello que se trata de una región disgregada en el territorio, dividida en 3 antiguas colonias industriales en el cauce del río, dos núcleos rurales y varias urbanizaciones aisladas. La migración de la población joven a las ciudades en búsqueda de trabajo y mejores condiciones de vida genera un municipio olvidado que desencadena una situación de fragilidad debido a la escasez de servicios y equipamientos, la mayoría de ellos en el Borràs. De todos los núcleos, creemos que la Bauma es el que actualmente se encuentra en un estado más preocupante frente a su futuro. La impresión que se lleva un visitante al pasear por el núcleo es de que se trata de un lugar decadente y en deterioro. Predomina la falta de ocio y actividad en la calle, la dejadez del espacio público y muchos comercios cerrados, el desperfecto del patrimonio arquitectónico como el mal estado de las fachadas, el abandono de muchas plantas bajas, y sobretodo el fenómeno de envejecimiento por el que cada vez hay más personas de avanzada edad, las cuales no pueden hacer uso del espacio público por problemas de accesibilidad ya que la mayoría de viviendas de carácter antiguo solo disponen de escaleras no adaptadas. Se observa pues, un núcleo en el que el potencial que tenía cuando la fábrica funcionaba con locales abiertos y un espacio público con actividad ha desaparecido, quedando esto en la memoria de los que vivieron esos días. La Bauma es la que nos ofrece la posibilidad de llevar al extremo nuestra propuesta, ofreciendo una estructura de 3 ejes longitudinales que cruzan el núcleo (el cauce del río, la calle principal y el camino por donde antiguamente pasaba el cremallera). Las construcciones se sitúan a lo largo de la calle principal, siendo los nexos transversales que unen estos ejes longitudinales, y siendo muy adherentes a su reactivación potenciando el espacio horizontal. Las plantas bajas vacías nos ofrecen la oportunidad de hacer uso de ellas, mejorando así la percepción del núcleo, eliminando los locales abandonados y jugando con la permeabilidad de la fachada. El envejecimiento en el medio rural no cuenta con los servicios necesarios para satisfacer la necesidad que una persona anciana requiere, la cual quiere envejecer en su pueblo y no moverse a una residencia. Entendemos el núcleo de la Bauma como un espacio de oportunidad en el que el espacio horizontal, actualmente bloqueado y vacío, ofrece nuevas viviendas, equipamientos y espacios públicos, consiguiendo así que los ancianos participen de los diferentes usos y el barrio dote de nuevos espacios de socialización y actividad. Se plantean tres propuestas de actuación: 1. Adaptando las plantas bajas a NUEVAS VIVIENDAS para ancianos, se consigue eliminar las barreras de accesibilidad que generan las viviendas más tradicionales de tipología vertical. Se propone una zona destinada a viviendas de carácter social en la primera agrupación de viviendas que nos encontramos viniendo del Borràs, en las que se mezclan las viviendas con una zona común, en forma de galería en la fachada posterior, donde se colocan las cocinas, en la que los ancianos puedan hacer uso de ella. En esta zona se propone la relación, dotando a los habitantes de una vivienda comunitaria, donde se puedan sentir acompañados, manteniendo siempre su espacio más privado. En la segunda agrupación de viviendas, también se propone una zona destinada a viviendas de carácter social, en las cuales el acceso directo a un jardín privado en la parte trasera que conecta todas las viviendas permite salir y disfrutar de un ambiente exterior tranquilo y adaptado a ellos. Estas viviendas comparten una cocina en una de las plantas bajas, por lo tanto, como no tienen porqué tener cocina en la vivienda, son las que mejor se pueden adaptar a las plantas bajas de esta agrupación, que son de dimensiones más reducidas. Además, tienen acceso directo a un pequeño jardín privado, lo que las conecta con la cocina y les permite salir a un ambiente exterior tranquilo y adaptado a ellos. Debido a la particularidad de algunas plantas bajas que se encuentran aisladas entre sí, colocamos viviendas para ancianos que quieren vivir de forma más independiente, por lo que se tratan de viviendas 100% habilitadas, con un pequeño anexo en el fondo de la parcela donde pueda haber un taller, trastero o una habitación auxiliar para visitas. 2. Colocando nuevos EQUIPAMIENTOS y SERVICIOS se dota de espacios de socialización y actividad al barrio, consiguiendo que los ancianos y el resto de la población participen de estos nuevos usos. Dos de las agrupaciones que surgen de la detección de espacios de oportunidad están colocadas enfrente y en el centro del núcleo. Colocando el equipamiento, conseguimos que se potencie una conexión entre ambas a través de la vía pública. Por ese motivo, se propone una zona destinada a la producción, el autoabastecimiento y la socialización, donde existan talleres cerrados y abiertos enfocados a la jardinería y al ámbito textil, recuperando las tradiciones existentes del pueblo. Asimismo, también se proponen espacios de socialización y recreación para potenciar la mezcla social de distintas generaciones y así dotar al núcleo y las urbanizaciones vecinas de equipamientos que actualmente faltan. Actualmente, hay una intención de generar unos espacios deportivos, pero no se le da uso debido a la falta de actividad del núcleo y el deficiente espacio público. Como parte de la propuesta y equipamientos, se propone reactivar la zona deportiva, aprovechando el taller que queda en medio del parque infantil y de un espacio vacío que es el aparcamiento. Además, todos estos espacios conectan visualmente con el campo de fútbol y el skatepark de la ribera del río. Todo esto ofrece la oportunidad de poder colocar una zona deportiva interior destinada a los ancianos y que se coloca en el taller, que funciona como punto de articulación de todo el ámbito envolvente. Además, se añade un espacio de transición mediante una pérgola, dando una fachada principal y generando un punto de reunión interior. Para eliminar la barrera perceptiva que genera el aparcamiento con el río, se propone una zona de gimnasio exterior y una pista de petanca. El espacio restante sigue siendo aparcamiento, pudiendo adoptar otra actividad necesaria a lo largo del tiempo. 3. Potenciando y extendiendo el ESPACIO PÚBLICO a los 3 ejes mencionados anteriormente se logra cambiar la percepción de que la Bauma da la espalda a su entorno natural y adaptándolo a los ancianos con elementos que faciliten su desplazamiento, se consigue que se genere actividad en la calle. La desconexión entre los tres ejes principales del núcleo, anteriormente mencionados (camino rural, calle principal y cauce del río) divide y fragmenta la actividad cotidiana y de fin de semana, tanto de los habitantes habituales del municipio como de los visitantes. La existencia actual de un solar vacío situado justo en frente de la conexión con el puente con la antigua fábrica ofrece la oportunidad de conectar transversalmente el núcleo y dar un nuevo ámbito de socialización, intercambio y visuales al espacio tan lineal actual. La falta de actividad tan marcada en la calle de la Bauma principalmente viene afectada por la cantidad de locales vacíos que actualmente bloquean el espacio público. La ampliación de la acera ocupando el aparcamiento de coches y la implantación de distintas actividades en las plantas bajas, actualmente abandonadas, potencia actividades tanto para la gente mayor como para los distintos rangos de edad que podrían ir ocupando las plantas bajas vacías de la Bauma. Actualmente la plaza que se encuentra en frente de la iglesia está en desuso debido a una vegetación que actúa como barrera entre la plaza y la calle, evitando así la integración de ésta en el espacio público actual. Además, los locales de restauración que hay en frente no pueden hacer uso de la plaza, obstaculizando con la terraza la acera. Reubicando la vegetación y abriendo el espacio a la calle de la Bauma se consigue integrar y homogeneizarla de una forma más activa y visual. La relación del núcleo con su entorno natural es prácticamente inexistente. Las viviendas actuales dan la espalda al río y a la montaña, limitándose a una única calle sin actividad. El actual aparcamiento, la relación con una pequeña nave industrial y los equipamientos abandonados (pista de fútbol, skatepark y parque infantil) de la zona, ofrecen la oportunidad de potenciar el espacio con una zona recreativa y deportiva. De este modo, no solo se garantiza a los ancianos un espacio donde reunirse y hacer deporte sino que se potencia todo el espacio para el núcleo y los vecinos