En el siglo XVIII la salud que importaba a las autoridades era la del alma y la del reino, no la de los cuerpos de los súbditos. De esta última se ocupaban, en el caso de los ricos, los médicos privados; en el de los pobres, curanderos y brujas o algunas órdenes religiosas caritativas: en cualquier caso al Estado no le costaba dinero mantenerla o restaurarla y por tanto con su cuerpo cada cual podía hacer lo que quisiera. Asunto muy distinto, en cambio, era la salud ideológica (religiosa o política) de la población, cuyo deterioro podía alterar el orden establecido, propiciar desobediencias, motines y atentados. Cuanto se suponía que emponzoñaba las mentes era rigurosamente controlado: ante todo y sobre todo, la letra impresa. En España o ...
El problema de la participación de los conversos en la empresa americana ocupa actualmente la atenci...
No hace mucho leía yo en una simpática e ilustrada publicación de Buenos Aires, una carta fechada en...
La risa del cuervo, Álvaro Miranda, Thomas de Quincey Editores, Santafé de Bogotá, 1992, 174 pág
Se cumplen seis años de la aparición de Los grandes conflictos socio-económicos de nuestra historia ...
Los prototipos humanos del siglo XVII han sido contados y citados. No es sólo Quevedo, sino también ...
Al efectuarse en 1767 la expulsión de los jesuítas se produjo una fundamental renovación cultural, p...
En las controversias ideológicas suelen encontrarse antecedentes de posiciones que, luego, según sea...
Capítulo del libro con el mismo título.1. Significado histórico del absolutismo de los Austrias y de...
Como casi toda mi generación, fui educado en el espíritu del refrán "La ociosidad es la madre de tod...
Libros, papeles e impresos de a pliego o en cuarto, octavo, folio; notas, consignas, quejas. Emancip...
Sangrientos enfrentamien - tos entre sicarios y policías se registran en la zona conurbada de Toluca...
Cada cieto tiempo vuelven a ponerse en onda los textos que por alguna razón (extraña o no, política ...
Libro del encantado. Antología. Giovanni Quessep. Fondo de Cultura Económica, México, 2000, 207 págs
En la introducción a una de las obras más influyentes de la historiografía colombiana de nuestros ti...
Quince decenios han pasado de la hora vergonzosa. Por Berruecos sorbió el suelo de América, con avid...
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La risa del cuervo, Álvaro Miranda, Thomas de Quincey Editores, Santafé de Bogotá, 1992, 174 pág