Cuando se quiera escribir la historia de la filosofía en América Latina -desus vicisitudes y posibilidades- será necesario empezar por el estudio de losmovimientos filosóficos en los años coloniales, no porque encontremos en ellos las raíces -las cuales hay que buscarlas, indudablemente, en Europa- de nuestro posterior desarrollo filosófico, sino porque siendo aquella historia una serie de intentos -algunos de ellos afortunados, otros frustrados y su mayoría desacertados de introducir en nuestros países -lo mismo que han sido introducidos el automovilismo y las instituciones políticas- las corrientes filosóficas que han nacido y se han desarrollado en Europa (así sea en la que trasciende los Pirineos), es de rigor dar una mirada a la tarea ...