Freud fue uno de los primeros en demostrar que no existe una dicotomía real entre la psicología individual y la de grupo. La personalidad se desarrolla a través de la dinámica interacción entre el individuo y su ambiente, es decir, de hecho, en diferentes situaciones de grupo. Isaacs, en estudios hechos en Guarderías, encontró, como lo han hecho otros autores, que la mayor parte de los impulsos infantiles son egocéntricos; los niños reconocen la presencia de otros pero no sus deseos y necesidades; cada uno está interesado con sus propósitos particulares y no forman un real grupo. A partir de los cuatro años, se establecen las primeras relaciones de grupo originadas por las necesidades propias del juego, y se ve que en niños de más de 7 años...