"¡Delicias de la relectura! ¡Medio día sin sombras, un pocotibio, al fondo la fina línea blanca en la serranía nevada que cierra el horizonte de la vida ... !", ha escrito Ortega y Gasset en un breve pero magnifico artículo. Sí; delicias de la relectura, pero esto implica también, en cierto modo, una afirmación más genérica: ¡Delicias de la lectura! La lectura es, en general, el alimento con que nutrimos inteligencia y sensibilidad; y si lo que devoran nuestros ojos es, por ejemplo, una novela, la que goza es la imaginación . El tener entre manos una novela es cosa que se ha vuelto hoy indispensable, y no solo para el intelectual. Hay un realismo, tanto en la percepción como en la información del acaecer cotidiano -a través de la radio, el...