La elegía es el canto de la inmortalidad, del amor que perdura más allá de la muerte, más allá de los desiertos del olvido. La elegía es la voz del amor que ha vencido el tiempo y el espacio. Por eso, en el hábito y en el oficio de la poesía, nada hay mayor que esa recapitulación del amor del poeta, que es su canto perpetuo. Como la poesía es fruto del inmenso amor, todo poema en el fondo, y también en la intención menos oculta, es elegía. Por eso Jorge Luis Borges lo precisa en cuanto “biografía del ser”. Para el que ama -y el poeta es ante todo y ante todos el que am a- la elegía es el modo excelso de la evocación, es una llamada desde la entrada del alma, que hace comparecer a quien siempre ha permanecido presente, aunque en las aparienc...