Las escritoras del siglo XIX fueron tal vez las primeras mujeres con un rol aceptado que superaba el ámbito doméstico del país. La mayoría, si no todas, fueron esposas, hijas o madres de los grandes negociantes, políticos y juristas del siglo XIX, y son reconocidos sus trabajos que se conservan en las publicaciones periódicas donde se pueden leer sus poemas, cuentos y reflexiones morales. Tal vez la figura más importante de esa época fue Soledad Acosta de Samper, pero muchas fueron las mujeres que, a pesar de ver publicados sus pensamientos, quedaron bajo el anonimato del seudónimo. Una de ellas, la cartagenera Josefa Gordon de Jove, fue recientemente descubierta, dejando de ser una referencia al margen. El libro que se reseña a continuació...