Deontología periodística

La segunda edición de Deontología periodística --considerablemente ampliada y reestructurada- tiene dos propósitos fundamentales: abarcar en lo posible una materia que se suele (o se debe) estudiar en los centros docentes de Ciencias de la Información e invitar a la reflexión sobre una de las problemáticas más hondas del quehacer periodístico. Con estos propósitos quise, primeramente, servir a los alumnos de esos centros y después recordar a los demás profesionales en activo de los medios de comunicación social lo que saben por experiencia. Dejando a un lado el periodismo presuntuoso y rutinario, se debe destacar con gran fuerza, la existencia y la necesidad de un periodismo de esperanza y convivencia social que procure salvar los escollos y los precipicios de la usurpación del llamado cuarto poder y de la manipulación despótica de la opinión pública. El periodismo -base de la libertad de expresión y palestra de la audacia profesional honrada es la negación de la presunción, pasividad informativa o agitación demagógica. Es un noble servicio a la sociedad, al público, a la cultura y, por lo tanto, a la verdad sin sombras, falsificaciones ni máscaras que tiendan a encubrir aquellas intenciones contrarias a la limpieza de la información como tal y a la honradez del pensamiento y de la libertad