Este sucinto análisis rescata una parte de la literatura antiquietista que se produjo durante el siglo XVIII desde dos posiciones muy concretas. La primera, advierte la transformación de la literatura espiritual a lo largo del siglo. Es decir, mientras que la historiografía clásica no ha sabido darle un carácter genuino al siglo en cuanto a su prosa, el texto señala ciertos aspectos de cambio que se dieron en su estilo al encontrarse entre dos periodos tan definidos como fueron el Barroco y la Ilustración. La segunda, recupera la corriente antimolinosista desde la biografía y bibliografía de sor Serafina de Dios, religiosa carmelita que en 1670, ocho años antes de la condena de Miguel de Molinos, advirtió en su Tratado de la Oración de fe l...