Reseña concierto Mario Sarmiento: Golpe maestro

Reseña del concierto de Mario Sarmiento realizado el domingo 21 de febrero de 2016 en la Sala de Conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango en el marco de la Temporada Nacional de Conciertos 2016 del Banco de la República.Golpe maestro Por Ángela Casas Rodríguez* La madurez profesional de un músico no solo se evidencia en la destreza y perfeccionamiento técnico a la hora de interpretar su instrumento, o en una fiable y certera lectura de lo que está escrito en una partitura. La maestría del intérprete, de aquel personaje capaz de “sacarle sonido” a un instrumento y darle vida a una obra de arte, se hace ostensible también en su capacidad de ir más allá, de integrar propuestas novedosas y diferentes en un programa, de descifrar nuevos lenguajes, y de entender que él es un instrumento más a través del cual las propuestas de compositores actuales cobran vida y se levantan para que nosotros, como público, tengamos la posibilidad de satisfacer nuestro “gusto sonoro”. Así fue como sucedió el pasado domingo 21 de febrero en la Sala de Conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango. Los asiduos asistentes tuvieron la oportunidad de escuchar la propuesta del percusionista colombiano Mario Sarmiento, una oferta nutrida no solo por su rigor, maestría y profesionalismo, sino por su curiosidad e interés en nuevos lenguajes y propuestas actuales. El repertorio, compuesto por tres obras de compositores colombianos –una de ellas estreno mundial y otras tres de compositores de diferentes latitudes– resultó ser muestra de las diversas e infinitas posibilidades de instrumentos como la marimba y los timbales. El concierto estuvo caracterizado por la multiplicidad de ambientes y universos de sonido que son posibles no solo gracias a las particularidades de estos instrumentos, sino a la inventiva de seis compositores y a la acertada y vivaz interpretación de Sarmiento. El concierto inició con Sarta, para vibráfono, una obra del colombiano Pedro Sarmiento (n. 1977), en la que los sonidos viajaban por el recinto, mezclándose y perdurando, a la espera de nuevos golpes de baqueta. En un segundo momento, estos sonidos, que en un instante produjeron una atmósfera mística, se tornaron enérgicos, quizá elogiando ciertos ritmos cercanos. El recital continuó con Domino III, obra escrita para timbales por el francés Philippe Boivin (n. 1954). En esta, fueron provocados ambientes diversos por medio de juegos dinámicos y oscilaciones rítmicas que se vieron enriquecidos por algunos cambios de baquetas. A esta pieza le siguió Clitoriana No. 2 de Gustavo Parra (n. 1963) que, aunque compuesta en 2011, tuvo su estreno mundial esa mañana de domingo. En Clitoriana No. 2 la dificultad técnica fue la protagonista. La interlocución de diferentes voces por medio de los toques –a veces dulces, a veces enérgicos y abruptos- fue lograda con maestría por el percusionista. Tres obras más esperaban a ser interpretadas y, tras un breve intermedio, el primer turno fue para Solo per quattro timpani de Johann Hasler (n. 1972). La música de este colombiano volvió a sonar después de cuatro meses de espera, pues en noviembre de 2015, en el mismo escenario, se estaba celebrando su trayectoria musical con un programa enteramente dedicado a su obra. En esta oportunidad, la exploración de las diversas posibilidades del timbal, los “golpeteos” y los cambios graduales de afinación fueron sorteados con destreza por Sarmiento y reforzados con algunos momentos de improvisación. Con Graffito de la polaca Marta Ptaszyńska (n. 1943), el manejo de diferentes estados, dinámicas y ambientes volvió a adentrar al público en un estado de gran expectativa. El juego entre gestos rítmicos y variaciones en la intensidad el volumen estuvo soportado por un sonido mantenido, que, sin ansias de extinguirse, acompañó el devenir de casi toda la obra. Side by side del japonés Mitchio Kitazume (n. 1948) fue la obra de cierre. Diferentes módulos de música que van y vienen hacen de esta obra una oportunidad interesante para ahondar en las posibilidades expresivas que ofrece el conjunto de membranófonos sugeridos por el compositor. En esta obra, podría decirse, aquellos instrumentos fueron percibidos como una extensión de Sarmiento, considerando lo elocuente y “orgánica” que fue su interpretación. Para el bis, Sarmiento interpretó una de las Ocho piezas para timbal solo, festejando la obra del americano Elliott Carter (1908-2012) quien resultó ser el único compositor fallecido incluido en el programa. Los otros seis –tres de ellos colombianos- aún viven y ese domingo el público tuvo la oportunidad de estar con ellos en una misma sala. Pedro Sarmiento, Gustavo Parra y Johann Hasler estaban “infiltrados” dentro de los comensales. No en muchas ocasiones los asistentes a un concierto tienen la oportunidad que tuvieron este día: la posibilidad de deleitarse con obras maestras de compositores que podían estar sentados en la silla que estaba a su lado y escucharlas de la mano de Mario Sarmiento, músico que cuenta con una vasta trayectoria en su campo y es inquieto, curioso e incluso visionario a la hora de estructurar sus programas, intuitivo para descifrar las intenciones de los creadores, y comprometido con su quehacer como intérprete, siempre en la búsqueda de la perfección y de nuevas posibilidades discursivas y sonoras a través de las cuales se amplía aún más este universo de sonidos. No dudamos de que Sarmiento nos siga sorprendiendo. Este concierto no solo resultó ser una invitación para estar atentos a las nuevas propuestas de este percusionista colombiano, sino una antesala para lo que se viene con Recorridos por la música de cámara en la Sala de Conciertos, especialmente este año en el que se cumplen 50 años de realizar en ella conciertos de manera ininterrumpida. Esperamos que nos sigan sorprendiendo. * Ángela Casas Rodríguez es maestra en música con énfasis en Musicología, de la Pontificia Universidad Javeriana. Ha participado en la gestión de diversos eventos y emprendimientos, dentro de los cuales se destaca la creación y ejecución de la primera versión del Coloquio de Investigación en Música y Artes Sonoras en la Pontificia Universidad Javeriana. En su labor de crítica musical se destaca su participación en el Proyecto de formación en crítica musical liderado por el Ministerio de Cultura, a través de la Asociación Nacional de Música Sinfónica (2012), y su labor como periodista en el VII Festival Internacional de Música de Cartagena (2013). Actualmente trabaja en la Sección de Artes Musicales del Banco de la República