Reseña concierto Cuarteto Ensō: Ensō, emoción e inteligencia

Reseña del concierto del Cuarteto Ensō realizado el miércoles 2 de marzo de 2016 en la Sala de Conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango en el marco de la Temporada Nacional de Conciertos 2016 del Banco de la República.Ensō: emoción e inteligencia Por Angélica Daza Enciso* ¿Cómo conciliar dos estilos tan distantes cronológicamente como la música del Renacimiento y la del siglo XX? Esta fue, sin duda, una de las preguntas que nos hicimos muchos de los que el pasado miércoles 2 de marzo tuvimos el placer de escuchar al Cuarteto Ensō en la sala de conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango. Sus integrantes supieron emplear con maestría matices y dinámicas, así como una gran paleta de recursos expresivos que caracterizan a cada uno de los estilos musicales que presentaron, haciendo gala de sensibilidad e inteligencia musical. Nos transportaron por la música de cámara de Alberto Ginastera de quien interpretaron los dos primeros cuartetos (Op. 20 de 1948 y Op. 26 de 1958) como parte del homenaje que se le rinde este año al compositor argentino con motivo del centenario de su natalicio. Cada uno de estos cuartetos corresponde a un momento diferente de la vida del compositor: el primero de carácter nacionalista y el segundo, en palabras de Melissa Reardon -una de las integrantes del cuarteto- más “maduro”. Efectivamente, en palabras del mismo Ginastera, el primer cuarteto corresponde a la época del “nacionalismo subjetivo” y la composición del segundo a la época del “neoexpresionismo”1. Fueron estas las obras que abrieron y cerraron el concierto dando la impresión de un ciclo, como lo sugiere el nombre de la agrupación: Ensō, el ciclo interminable de la vida en la tradición budista. En medio de este ciclo y dentro de los cambios al programa, pudimos viajar con la Serenata de Joaquín Turina, llena de sonoridades, colores y alusiones a la música española interpretados magistralmente. La delicadeza sonora que contrasta con la fuerza expresiva del primer cuarteto de Ginastera no hacía más que convencernos de la sensibilidad y la fineza musical de estos intérpretes. Vino entonces “el bloque renacentista” quizás la parte más sorprendente del concierto. La idea de bloque viene del hecho de que fue presentado como una unidad, casi sin pausa entre cada pieza, como los distintos movimientos de una suite. Y cada una de las obras aquí escogidas es, a su vez, representativa del Renacimiento como el tema de L’homme armé, tan empleado por compositores en este periodo, o la famosa canción de Josquin des Prés Mille regretz de la que se decía era la canción favorita del emperador Carlos V. Pierre de la Rue, Pedro Guerrero y Josquin des Prés encontraron en esta magistral interpretación una vitalidad y precisión tal que en algún momento hubiéramos creído oír un consort de violas. La ausencia de vibrato, el uso frecuente de cuerdas al aire o el manejo del arco contribuyeron a darnos esa sensación de familiaridad con las grabaciones de música antigua, sin olvidar el carácter propio y las posibilidades expresivas del cuarteto de cuerdas. Así pues, estas obras renacentistas además de ser interpretadas fueron arregladas por los integrantes de Ensō. El arreglo más sorprendente fue el del tema L’homme armé, empleando recursos sonoros de la música moderna para cuarteto de cuerdas, combinación que a más de uno cogió desprevenido. La música vocal del Renacimiento interpretada por un cuarteto de cuerdas es un reto que los integrantes del cuarteto supieron asumir y, de esta forma, nos demostraron que no hay límites para la música, que es un lenguaje universal. Supieron adaptarse al repertorio 1 En « notas al programa » por Jaime Ramírez. empleando instrumentos de percusión para recalcar el carácter festivo de las composiciones seculares de la época. Para concluir esta sección interpretaron una improvisación sobre un ritmo de cachua, música tradicional de Bolivia y Perú2 con una fuerte semejanza a las improvisaciones que más tarde se hicieron sobre el tema de la folia, un pazzamezo antiguo muy empleado en el Barroco y que dio lugar a numerosas improvisaciones. El Cuarteto Ensō demostró con este pasaje la flexibilidad con la que se adaptan a cada repertorio. Saben guiarnos por diferentes épocas con la misma maestría y solvencia con que interpretan música escrita específicamente para el formato del cuarteto de cuerdas. Y es que el cuarteto de cuerdas dentro de la música de cámara ocupa un lugar muy especial. Instrumentos de la misma familia con un timbre bastante similar forman juntos un conjunto de sonidos que al complementarse dan la impresión de un solo y gran instrumento. La magia, el misterio y la belleza del lenguaje propio de este conjunto se vieron magníficamente representados en este concierto. En un concierto específicamente dedicado a obras originalmente escritas para cuarteto como los cuartetos de Mozart o Beethoven o incluso más modernos, los integrantes del Cuarteto Ensō nos hubieran dejado sin duda una bella impresión sobre las posibilidades musicales expresivas de este formato. Pero con el repertorio que nos propusieron esta noche nos dejaron, además, la sensación de estar frente a músicos muy completos y con una enorme paleta de posibilidades musicales, expresivas e interpretativas. La vitalidad, fuerza y belleza de su interpretación, además de la calidez humana de los integrantes, supieron seducir al público que, desde el comienzo, se dejó guiar en este universo de luz y sonido. Fue una experiencia humana y musical sorprendente que nos dejó con la impresión de haber asistido y compartido con ellos un momento especialmente hermoso. Como lo describiera Melissa Reardon al final del concierto, “hoy fue un buen día”. *Angélica Daza Enciso es maestra en música con énfasis en música antigua. Tiene una maestría en Musicología de la Universidad de la Sorbona de París. Cantante y violista, ha realizado investigaciones sobre organología barroca y tiene un diploma como directora de canto gregoriano. Se ha desempeñado como traductora y maestra. Actualmente colabora en la biblioteca de la orquesta Filarmónica Joven de Colombia y la Biblioteca Luis Ángel Arango dentro de los conversatorios del ciclo La música se habla. 2 En « notas al programa » por Jaime Martínez. 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