El interés de Johann Wolfgang Goethe por la arquitectura se remonta a su juventud. Pero fue, en especial, durante su viaje a Italia (1786-1788) cuando se volcó en la arquitectura con una renovada dedicación. Bajo un prisma marcadamente clasicista, Goethe estudió los principales tratados y escritos (Vitruvio, Palladio, Winckelmann,…), así como aprendió y ejercitó el dibujo arquitectónico y la perspectiva, algo que se prolongó durante los años posteriores a su regreso. Por aquel entonces, su responsabilidad en los proyectos y obras oficiales en Weimar supusieron un estímulo añadido a su atención por cuestiones no sólo conceptuales o teóricas sino también por sus implicaciones en la práctica concreta de la construcción. En lo que al discurso a...