Epidemiología

Los pequeños rumiantes están parasitados por al menos tres especies de Sarcocystis, cuyos hospedadores definitivos son los perros y los gatos, que se contagian por la ingestión de porciones musculares con quistes procedentes de los hospedadores intermediarios. Los perros y gatos, que se infectan en ambientes rurales, son los únicos capacitados para difundir los elementos de diseminación en un medio que facilita la relación con la oveja y la cabra, mientras que aquellos que adquieren la infección en ambientes urbanos domésticos no entrañan importancia epidemiológica, puesto que no tienen posibilidades de contactar ecológicamente con los potenciales hospedadores intermediarios. El perro y el gato se contagian fundamentalmente por la intervención del hombre, que unas veces les da de comer restos de la alimentación humana (recortes de piezas cárnicas), procedentes de la carnicería o de matanzas clandestinas, y otras veces favorece con su conducta que los carnívoros domésticos y asilvestrados se alimenten de animales muertos en el campo, que por descuido no son enterrados o incinerados. Infectados de esta manera los hospedadores definitivos, se transforman en eliminadores fecales de esporocistos esporulados, elementos de diseminación muy resistentes a las adversidades climáticas del medio y que son capaces de permanecer viables tanto como dos meses como mínimo y un año como máximo. Ello hace que estén muy difundidos en la naturaleza, y por tanto, hace posible que accedan con relativa facilidad a la oveja y a la cabra, a través de alimentos vegetales y agua de bebida. La relación entre ambos tipos de hospedadores se ve influenciada tanto por las conductas del hombre como por las modalidades en los sistemas de explotación. En la ganadería extensiva, predominan las especies de Sarcocystis que utilizan como hospedador definitivo al perro (animal que acompaña al rebaño durante el pastoreo), mientras que en las ganaderías estabuladas son más frecuentes las especies que utilizan al gato, animal capaz de alcanzar lugares inaccesibles tales como almacenes, silos, graneros, etc. y contaminar con sus heces los alimentos del ganado. Dichos factores epidemiológicos hacen que la sarcocistiosis esté difundida mundialmente y al mismo tiempo hace que posea una de las tasas de prevalencia más altas de entre las enfermedades parasitarias. En animales mayores los valores de prevalencia son por lo general superiores al 90%