La calidad educativa se ha convertido, durante los últimos años, en el principal esfuerzo de los diferentes sistemas educativos del mundo, aspecto que sin lugar a dudas puede considerarse como relevante; no obstante, de manera paralela se ha generado un importante sesgo respecto a cómo debe ser la educación, a qué se refiere la calidad y cuáles deben ser las prioridades de las políticas y agendas de los países en materia educativa. Por lo tanto, quienes estamos inmersos en los contextos educativos de cada uno de los diferentes niveles, en especial en el quehacer investigativo, cuestionamos que sean organizaciones globales de tipo económico quienes definan, orienten y tomen decisiones para los horizontes educativos de las actuales generacion...