Análisis y control de aguas residuales

El siglo XX ha supuesto una revolución en la concepción misma del ser humano. La forma de vida, entendida ahora desde un punto de vista más basado en el desarrollo económico e industrial, ha supuesto un impacto directo sobre nuestra relación con el medio físico y biótico. Es un hecho factible que el entorno que nos rodea está sufriendo cambios significativos, que ponen en riesgo nuestro desarrollo, y es nuestra responsabilidad como seres vivos que comparten ecosistema, procurar la mitigación de tales transformaciones. Fue por primera vez en el año 1987, en el conocido como Informe Brundtland donde se empleó por primera vez el conocido término "desarrollo sostenible", al que definió como: “Aquel que garantiza las necesidades del presente sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.” Se concluyen dos importantes hechos de esta definición: 1) No debemos renunciar a un progreso acorde a los avances tecnológicos logrados garantizando las necesidades existentes en la actual sociedad. 2) Debemos lograr ese progreso sin producir en el entorno daños irreversibles o difícilmente reparables que puedan, de alguna manera poner en peligro el mantenimiento de la línea creciente de desarrollo futuro. No es fácil sin embargo lograr estos objetivos que, a primera vista pueden parecer obvios e indiscutibles. Un crecimiento demográfico insostenible, un ingente desarrollo industrial y una forma de vida discordante con nuestra propia naturaleza, hacen que en la mayoría de ocasiones, un fútil beneficio económico valla en detrimento del mantenimiento y conservación del medio que hace posible la vida en sí misma. Ante esta situación y a la espera de nuevos procesos totalmente respetuosos con mínimo el impacto que estos producen. Entra aquí en juego la importante tarea de tratar los residuos tóxicos y perjudiciales que puedan resultar dañinos, desde residuos sólidos a efluentes de agua que son vertidos a ríos yel medio, surge la necesidad de hacer más eficientes los ya existentes con el fin de reducir al mínimo el impacto que estos producen. Entra aquí en juego la importante tarea de tratar los residuos tóxicos y perjudiciales que puedan resultar dañinos, desde residuos sólidos a efluentes de agua que son vertidos a ríos y mares y que se extienden libremente por el planeta, afectando de una manera directa o indirecta.Ordóñez Díaz, OC. (2015). Análisis y control de aguas residuales. http://hdl.handle.net/10251/57735Archivo delegad