Conflictos de una educación cristiana

Siempre se requiere una gran dosis de buena voluntad para hacer exam de conciencia -salvo, quizás, cuando se trata del examen de conciencia ajena-. Con los ojos puestos en los educadores de buena voluntad, nos hemos resuelto a escribir estas páginas, aprovechando al mismo tiempo su sinceridad y sus sugerencias. Presentaremos aquí algunos temas para un examen de conciencia pedagógico: ¿en qué campos y en qué medida la afirmación de Emmanuel Mounier sería valedera, hoy, para nosotros? Y ¿Qué podemos hacer para centrar más la mentalidad de nuestros institutos de educación en torno a una auténtica teología cristiana de la educación?Si alguno de los términos que emplearemos pueden parecer duros, esperamos se sabrá disculparnos: inmersos en la corriente de nuestra época, no nos hallamos milagrosamente exentos de las desviaciones que trataremos de sacar a la luz de la conciencia, y no queremos arrojar la piedra a nadie. Se trata de una confesión, más que de una acusación. Pero mal puede pensarse en los remedios u las condiciones que devolverán la salud si no se hace primero un esfuerzo para llegar a adquirir conciencia de la naturaleza del mal