Retos partidarios y exorcismo político (Tercera parte)

El autor afirmó en su artículo anterior, que en El Salvador el anquilosado sistema político avanzaría muchísimo si los principales partidos políticos hicieran su exorcismo; es decir, expulsar “los demonios” que les impiden desarrollarse como partidos modernos y democráticos. Comenta sobre el exorcismo político que debería realizar el partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). Hoy se refiere al partido político Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Mientras la democracia representativa no sea una clara y contundente apuesta estratégica del Frente, el espíritu de la desconfianza rondará el ejercicio de su poder político. Los déficits de democracia hacia afuera y hacia adentro del partido, llevan a la existencia de otro Belcebú a ser exorcizado, el cual puede ser expresado en un silogismo: 1. el partido representa los intereses del pueblo, 2. la cúpula representa al partido, 3. ergo, la cúpula representa los intereses del pueblo. De ahí la tentación de interpretar los intereses complejos y diversos de la población a partir de los simplificados intereses de la cúpula. De ahí las deformaciones izquierdistas del hegemonismo, el vanguardismo, el mesianismo político. Finalmente, deben purificar las satánicas tentaciones de la corrupción. Como toda izquierda democrática que se pretende como tal, deben reivindicar la ética sobre la política, los principios sobre las turbias componendas, los valores sobre las alianzas con los corruptos y gangueros. Si se quiere evitar la extendida frase del “todos son iguales cuando llegan al poder”, entonces habrá que sancionar con severidad a los corruptos en sus propias filas, contribuir a desvelar los corruptos no solo de gobiernos anteriores sino del actual