La creación de los primeros cementerios extramuros de las poblaciones va asociada a un profundo cambio de mentalidad, heredado del espíritu ilustrado del siglo XVIII y desarrollado con la industrialización del XIX. La preocupación por la higiene y la salubridad provocarà un alejamiento físico de la muerte y, de la misma forma, también el recinto destinado a contenerla; no solo por una cuestión práctica, sino también por una idea más compleja: el miedo al destino inevitable de todo ser humano. También asistiremos progresivamente a cambios en los rituales y costumbres, y a la pluralidad de nuevas creencias que originan otras necesidades funerarias. Finalmente, veremos el triunfo de la burguesía liberal frente a la antigua nobleza ...