Isidoro y Fernández de Córdova: alguna precisión

Francisco Fernández de Cordova, de cuya personalidad y obra escribí hace algún tiempo, publicó en Lyon en 1615 una obra miscelánea, Didascalia multiplex, que comprende 50 capítulos, en los que, adornado de una muy notable erudición y sin faltar el juicio crítico, la mayoría de las veces acertado, por parte del autor, se abordan una serie de cuestiones, muchas de ellas curiosas y, al parecer, de actualidad en la época. La intranscendencia o extrañe/a de algunas lleva a su autor a justificar la dedicación de su esfuerzo a temas tales, apoyándose en que "sobre ello se discute, se duda, otros han escrito, e t c . " . De todos modos la seriedad en el trabajo y el alarde de erudición es justificación más que suficiente, y valga como dato el que Broukhusius (Jan van Broekhuyzen), comentarista de Tibulo, remite en una ocasión a Fernández de Cordova. (...) afirmando que en él se puede encontrar todo lo dicho acerca de la cuestión tratada'-'