Ya desde la primera campaña de excavaciones, se puso de manifiesto la existencia de un poblamiento ibérico en el Cabezo de Roenas (Cehegín-Murcia), caracterizado sobre todo por la presencia de materiales, principalmente cerámicos, típicamente ibéricos. Se constataron asimismo contactos comerciales de esta primitiva cultura indígena con otras, más avanzadas, del ámbito mediterráneo. La problemática que plantea la existencia de esta primera comunidad no es el objeto del presente trabajo. Baste, pues, de momento, la constatación de su existencia1 como sustrato humano fundamental, base del desarrollo histórico posterior. A partir del siglo II a. C., con el establecimiento del poder romano en la Península, se produce un primer gran cambio en las...