Un primer aspecto concierne a la praxis no-intencional y primaria del cuerpo propio. A ello se añade su condición de sostén para los valores sensibles de la comodidad y la salud, y de trampolín para valores espirituales cuyo nivel superior se encuentra en los valores éticos de la persona. Estos puntos de vista husserlianos encuentran nuevos desarrollos en la fenomenología: M. Henry pone el acento en un yo puedo pre-intencional, y Ricoeur describe el cuerpo propio como fuente de valores propios y resonador afectivo de todos los valores, y a la vez esboza una concepción de la felicidad que incluye temples particulares de la corporalidad. Por último, Husserl considera la ofrenda del cuerpo propio a los valores espirituales en el sacrificio com...